El gaucho es un símbolo de Sudamérica. Hombres de campo, excelentes jinetes y cuidadores de ganado… los gauchos son una parte imprescindible del desarrollo cultural y social latinoamericano. El origen de la palabra gaucho proviene del término quechua huachu, que significa huérfano o vagabundo.
En la actualidad, suele nombrarse como gaucho a todos los habitantes rurales que se dedican a la ganadería en Argentina, Uruguay, Paraguay, la Patagonia chilena, el Chaco boliviano y el estado de Río Grande del Sur en Brasil.
¿Y qué es la literatura y la poesía gauchesca? Se trata de un subgénero propio de Sudamérica, que trata de recrear el lenguaje de los gauchos y narrar sus costumbres. Las historias de este tipo de escritos transcurren en espacios abiertos y rurales, resaltando las culturales locales. Aunque estos textos tienen como eje central al gaucho y su estilo de vida, suelen ser escritos por autores de alto nivel socio-económico.
La poesía gauchesca comenzó a desarrollarse en el siglo XVIII, aunque recién en el siglo XIX se afinca como género. Entre sus exponentes se destacan Bartolomé Hidalgo e Hilario Ascasubi, entre otros. Pero, sin dudas, el punto máximo de la poesía gauchesca es “Martín Fierro”, de José Hernández.
Dicen los especialistas que nadie pudo superar el retrato del gaucho que trazó Hernández al describir la forma de vida, de expresión y de pensamiento de estos hombres.